29 de agosto de 2012

El declive del hombre público - Richard Sennett 2011

En "El declive del hombre público" Sennett analiza la evolución de las concepciones de lo público y lo privado desde su origen en el Antiguo Régimen hasta su crisis actual.

Sennett. R. 2011. "El declive del hombre público". Anagrama. Barcelona. España. 1ª Ed. Original 1977.


Partiendo del Antiguo Régimen, el autor explica que la aparición de lo público fue fruto de las conquistas de la modernidad y cómo, gracias a las luchas sociales, se consiguieron unos derechos que vendrían avalados por lo público, a través del Estado de Bienestar.  

Además, el paso de una sociedad eminentemente rural a otra urbana hizo que se hiciese necesario encontrar puntos comunes ante unos vecinos con los que no se tenía nada que ver.

Mientras que en el mundo rural, la pertenencia a una familia marcaba perfectamente la posición social del individuo, a la ciudad acudían personas que provenían de muy distintas zonas, con costumbres, por supuesto, diferentes y sobre las que no se tenía ningún tipo de referencia. Dicho de otro modo, mientras que en el pueblo eres "el hijo de tu padre" y se espera que te comportes de una forma similar a él, en la ciudad eres una persona anónima sobre la que nadie sabe qué pensar. El espacio y la vida pública fueron los ámbitos en los que se desarrolló la cohesión de todos estos individuos extraños, que un buen día tuvieron que abandonar sus pueblos para ganarse la vida en la urbe. 


Normas de educación, cortesía, circulación, convivencia fueron los instrumentos para evitar la confrontación violenta ante intereses distintos. De fondo, la industrialización y la modernidad mantenían ocupados a los ciudadanos para dar tiempo a que dichos instrumentos hiciesen su trabajo.

Sin embargo, una vez asentada la estabilidad social, los individuos comienzan a preocuparse, cada vez más, de sus ámbitos privados. Lo público no deja de ser un factor hostil en el que cada uno debe comportarse de una forma artificial para no ofender a los otros. Lo privado permite la relajación y, poco a poco, se va imponiendo en la escala de valores.
"El propio temor de impersonalidad que gobierna a la sociedad moderna impulsa a la gente a imaginar a la comunidad en una escala cada vez más restringida" (Pp. 324).
Esta impersonalidad viene fomentada por la propia sociedad de masas. Los medios de comunicación se erigen como la principal forma de comunicación al público, creando un discurso global. Paradójicamente, el individuo aunque se ve influido por el discurso de los medios de comunicación no se siente partícipe. Con el tiempo la sociedad se acostumbra al marketing, a los mensajes de masas y estos van perdiendo valor. Se vuelve al individuo, a las pequeñas comunidades. Al fin y al cabo las personas discuten o llegan a acuerdos con otras personas.

Pero, el sistema es demasiado grande para cambiar tan rápido, y se percibe como una ruptura de la comunidad.
"La comunidad no puede asimilar el exterior, absorberlo y crecer a partir de él porque entonces se volvería impura. De este modo, una personalidad colectiva llega a oponerse a la misma esencia de la sociabilidad - el intercambio- y una comunidad psicológica entra en guerra con la complejidad social" (Pp. 382).
No es tanto que la comunidad ciertamente se rompa, sino que el sistema no logra adaptarse a las nuevas formas de organización. Los cambios traen consigo al miedo:
"La sociedad que habitamos actualmente se encuentra agobiada por las consecuencias de esa historia, la destrucción de la res pública por la creencia de que los significados sociales son generados por los sentimientos de los seres humanos individuales" (Pp.415).
Pero el miedo se supera mediante la adaptación. Es curioso como las instituciones creadas por el propio hombre no resisten los constantes cambios de éste. El hombre es rebelde ante los sistemas que el mismo crea.

Personalmente, no creo que lo público esté en declive, sino que es distinto a como era. Por ejemplo, las redes sociales constituyen un potente medio de comunicación para lo público, aunque no tanto para el sistema.

Si no lo encuentras en tu biblioteca, puedes hacerte con El declive del hombre público en Amazon.

No hay comentarios:

Publicar un comentario