17 de junio de 2015

Camelot - TH White II

La primera parte del libro está comentada aquí.

La reina del aire y las tinieblas

La segunda parte de Camelot es un pequeño paso a la madurez. Arturo empieza a perder la inocencia, aunque nunca llega a hacerlo totalmente, cuando es engañado por su mediohermana Morgause. Este engaño que no vamos a desvelar para no estropear la lectura a nadie, marca el comportamiento futuro de Arturo, hiriéndole en lo más importante para él, el honor.

No obstante esta segunda parte tiene un componente de humor importante, protagonizado por Grummore, Palómides y Pelinor, tres caballeros que rayan el esperpento.

El Caballero Malhecho

En la tercera parte entran en escena Ginebra y Lanzarote, especialmente este último de quien conoceremos su historia con bastante detalle. Si Arturo es la persona más noble de la historia, sin duda Lanzarote es el gran el paradigma del héroe de acción.

Comienza aquí un triángulo amoroso entre Arturo, Ginebra y Lanzarote marcado por la amistad y el cariño, con lugar para los celos para quién quizá menos debería sentirlos y con mucho sentimiento de culpa por todos lados.

Una vela al viento

La cuarta parte es la más pesimista. Arturo ha envejecido y se siente acorralado por su extremada coherencia. Es curioso como las reglas que él mismo se impone le llevan a la infelicidad, lo que por otra parte añade mucho valor a la historia, pues el ser sobrepasado por los acontecimientos hace a Arturo más humano.

Conclusión

Obra para disfrutar del ambiente de caballería, de espíritus nobles y puros que con la excusa de una historia un tanto inocente, tiene unos mensajes muy profundos sobre la naturaleza humana, su incoherencia y la influencia de las estructuras sociales.

A un lector de libros de fantasía actuales, le puede parece un libro con poca acción, pues esta existe pero no se entra en detalles. Además como ya comenté en la primera parte, White recurre a hacer comparaciones con el mundo moderno, que para mi gusto personal rompen la magia de la ambientación.

No obstante para todo aquél que le llamen la atención las figuras de Arturo, Ginebra y Lanzarote este libro es de lectura casi obligada,



No hay comentarios:

Publicar un comentario